martes, 19 de marzo de 2024

Una vez más, el euro está condenado a explotar

Hace alrededor de un año y medio, había explicado en un artículo titulado “Porque no es una moneda única, el euro va a explotar”[1] que el euro está condenado a desaparecer. Desde entonces los acontecimientos no han hecho más que confirmar lo que exponía en este artículo, que se basaba en los análisis del economista Vincent Brousseau, antiguo funcionario del Banco Central Europeo (BCE) y responsable de cuestiones monetarias del partido anti-europeísta francés Unión Popular Republicana (y que no es totalmente extranjero para la izquierda española, pues participó en el encuentro “Salir del euro” celebrado en Barcelona en 2015). Se puede afirmar sin atisbo de duda que Brousseau, que ha trabajado 15 años en el BCE, y que es doctor en economía y en matemáticas, es uno de los mayores expertos mundiales sobre el euro, al menos dentro del campo de los que son críticos con el mismo.


El análisis que desarrollo a continuación se basa en dos artículos que Brousseau ha publicado posteriormente: “La salida furtiva del euro” y “¡Mira, ya amanece! ¡El fin de los Targets –y por lo tanto del euro en última instancia– ya es exigido por el Comité económico de la CDU en el poder en Berlín!, publicados en octubre de 2017 y agosto de 2018 respectivamente.


En mi artículo anterior había explicado que, lejos de lo la creencia general, a largo plazo Alemania podría verse muy perjudicada por el funcionamiento del euro (para una mayor comprensión del por qué, remito al lector a mi artículo de 2017). Resulta que ahora la salida del euro ya no es algo que se limite a la reflexión en el seno de las élites económicas alemanas, sino que es además una exigencia de los círculos de poder alemanes, pues ya está en la mente de los dirigentes de la CDU-CSU, el partido de Angela Merkel.


Antecedentes


Vayamos por orden. En primer lugar, quisiera hacer el desglose de una serie de declaraciones que se hicieron anteriormente a la publicación de mi anterior artículo (y que en el momento de escribirlo ignoraba), que apuntan todas en la dirección del fin del euro, para luego a continuación comentar hechos más recientes.


Resulta que hace alrededor de 6 años, el entonces presidente del Bundesbank, Jens Weidmann propuso una medida[2] en apariencia cautelosa, pero que a la larga conllevaría el fin de la unión monetaria, aunque tenga la apariencia de una medida puramente técnica. La medida consistía en hacer que sea obligatoria una garantía de los Targets (recordemos que los saldos Target[3] son las deudas y créditos entre bancos centrales de la eurozona, siendo la suma de todos ellos equivalente a cero –si contamos las deudas con un signo negativo– porque son deudas y créditos dentro de un sistema cerrado– o por decirlo con palabras más sencillas, se trata del sistema de pago que permite a los bancos centrales de la Unión Europea transferir fondos en tiempo real en todo el territorio de la UE) mediante la entrega de una garantía: oro, dólares, letras del tesoro, etc.


La trampa que encierra esta medida es que, en caso de adoptarse, llegaría un momento en que el banco central concernido (con toda evidencia de un país del sur, como España o Italia) ya no podría ofrecer nada como garantía. Su transferencia Target sería entonces rechazada. Y en este caso los euros del país del sur[4] valdrían menos que los que están fuera de ese país, porque con un euro de este país no se podría obtener un euro de otro país. La paridad fija de 1=1 finalizaría inmediatamente y el euro estaría muerto en poco tiempo.


No es de extrañar por lo tanto que Mario Draghi, presidente del BCE, se haya opuesto a esta medida. Pero con las declaraciones de Weidmann ya se había establecido un precedente, y esta cuestión volvería a aparecer.
A posteriori, el 8 de diciembre de 2016, Clemens Fuest, el presidente del instituto alemán IFO (Institut für Wirtschaftsforschung – Instituto para la Investigación Económica) decía lo siguiente en la prensa alemana:
“El gobierno federal
 [alemán] debería intervenir para incitar al BCE a tomar medidas para luchar contra una utilización ilegal y excesiva de los Targets…”[5]


Así, volvía la idea de prohibir y bloquear algunas transferencias Target.


El 23 de octubre de 2017, el periódico alemán Die Welt publicaba un artículo[6] en el que dos economistas alemanes, Hans-Werner Sinn y Lüder Gerken, preconizaban directamente el desinflamiento de las deudas Target mediante un plan de reembolso que siga un calendario de vencimientos, “por ejemplo en oro” (no hay suficiente oro en los bancos de los deudores para eso, pero eso es otra historia). Sinn pedía además que se establezcan garantías para las deudas Target. De nuevo, salía a la superficie el plan de Weidmann, que de hecho, según Brousseau, es el único plan políticamente realizable.


Sigamos. El 22 de mayo de 2018, el prestigioso Frankfurter Allgemeine Zeitung publicaba un manifiesto firmado por 154 economistas alemanes, donde figuraba la petición de que las deudas Target sean “colateralizadas”.[7] ¿Qué significa este término? Con el término de “colateral” se designa una seguridad real que un acreedor exige como fianza a un deudor cuando éste toma prestado dinero (como por ejemplo una hipoteca que un banco toma sobre una casa que uno esté comprando).


De nuevo, esta decisión de “colateralizar” los Targets implicaría matar al euro, porque exigir el depósito de una fianza sobre los Targets implicaría enseguida la aparición de cursos de mercado variables entre los euros emitidos por los diferentes bancos centrales de la eurozona.


El manifiesto pedía además que se incluyera en los tratados europeos la posibilidad jurídica (que de momento no existe) de que un país salga del euro. Concretamente el manifiesto decía:


“Lo que importa es promover reformas estructurales y no crear nuevas líneas de crédito e incitaciones a una mala conducta económica. El privilegio de las obligaciones de Estado en la provisión de riesgos de los bancos debería ser abolido. La zona euro necesita de un procedimiento de insolvabilidad ordenado para los Estados y un procedimiento de salida ordenado.”


Protestaciones en las élites alemanas


Como hemos visto, el funcionamiento del euro, en virtud del sistema llamado “Target 2”, es un peligro para la economía alemana, y ello explica la serie de dimisiones que han ocurrido a la cabeza de la Bundesbank y el BCE en los últimos años.


En febrero de 2011, el presidente Axel Weber dimitió de su puesto de presidente del Bundesbank. En su página Wikipedia alemana se puede leer lo siguiente:


“En diciembre de 2013, Weber declaró en una entrevista que había dimitido porque no estaba de acuerdo con la nueva política monetaria en Europa y que habría sido obligado a tomar decisiones que, según él, no eran buenas.”

Su predecesor a la cabeza del Bundesbank, Helmut Schlesinger, también había dado la alarma por el funcionamiento del sistema “Target 2”[8].


Hablemos ahora de Jürgen Stark. Stark no dirigió el Bundesbank, pero ha sido representante alemán en el directorio del BCE, lo cual le otorgaba un derecho de voto en el eurosistema. En su página Wikipedia alemana se lee lo siguiente:


“El 9 de septiembre de 2011, Stark anunció su dimisión de su puesto de miembro del directorio del BCE “por razones personales”. Más tarde, en diciembre de 2011,  justificó su dimisión por su insatisfacción ante el desarrollo de la unión monetaria europea.”


Stark fue después uno de los 154 economistas mencionados anteriormente que firmaron el manifiesto pidiendo la “colateralización” de los Targets.


A todo ello tenemos que añadir, al actual presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, que como hemos visto antes, hace 7 años pidió también la “colateralización” de los Targets. Como podemos observar, los grandes banqueros centrales alemanes no son tan eurófilos como uno podría creer.


Las preocupaciones ya alcanzan al Consejo económico de la CDU


En agosto de 2018 aprendimos por la prensa alemana, concretamente por el semanario de negocios alemán Wirtschafwoche, que el Consejo económico de la CDU (Wirtschaftsrat) exigía a su vez que sean “colateralizadas” las nuevas deudas Target. El Wirtschaftsrat no es ninguna tontería. Es la estructura que agrupa a los responsables nacionales de cuestiones económicas y monetarias de la CDU, que es el partido que está en el poder en Alemania desde hace 13 años.
Esta nueva toma de posición por parte del Wirtschaftsrat se plasmó en dos textos oficiales firmados por Wolfgang Steiger, secretario general del Wirtschaftsrat, y que vamos a comentar a continuación. En el primer texto, titulado “Merkel y Macron envían una mala señal”, Steiger decía, entre otras cosas, que (lo subrayado es lo más importante):


“Es urgente limitar o disponer de una pignoración
[9]sobre los saldos Target al alza, que han aumentado cerca de 54.000 millones de euros sólo en el mes de mayo [2018], para alcanzar casi el billón de euros. […] Así, Alemania financia la huida de capitales italianos, cosa que ya no es un simple detalle técnico, sino que amenaza con convertirse en un puesto presupuestario en su totalidad. Se trata en realidad de préstamos no garantizados, sin intereses y no devolubles, a países que tienen un solvabilidad menos buena.”


El segundo texto fue publicado por la revista Wirtschaftswoche el 9 de agosto de 2018 con el título “Desactivar la bomba de relojería de los Targets”, y dice lo siguiente:


“Los debates de expertos sobre los saldos Target de los bancos centrales del euro han alcanzado la política alemana. Wolfgang Steiger, secretario general del Consejo Económico de la CDU, pide la intervención del gobierno federal.
De manera intencionada, algunos políticos italianos echan cada vez más leña al fuego, subrayando constantemente las ventajas de introducir una moneda paralela. Los ciudadanos italianos saben que esto podría ser una primera salida del euro. Deben suponer que si su dinero es invertido en su país de origen, perdería poder adquisitivo en caso de posible regreso a la lira, y ello es porqué lo transfieren lógicamente en Alemania.


Este proceso, asociado al programa de compra de obligaciones del Banco Central Europeo, no deja de acrecentar los créditos alemanes y acrecentar el potencial de perjuicio de Italia. Los principales políticos italianos están convencidos que una posible salida no es tanto un problema italiano como un problema alemán. Como indicó el presidente del Comité presupuestario del Parlamento italiano, Claudio Borghi, “esto hundiría a Alemania en el abismo, y después de todo, es el país que más ha invertido en el sistema del euro”.


Y también:


“En resumen: el eurosistema propone a sus miembros que financien descubiertos bancarios ilimitados por un periodo ilimitado y a cero coste. Target es la “carta de crédito en oro de los Estados endeudados”. Al igual que el “quantitative easing”
[10], el sistema Target es una redistribución forzada entre los países de la zona euro, que democráticamente está injustificada.


El Bundesbank no puede exigir el reembolso de los créditos acumulados hasta ahora y probablemente tendrá que soportar la carga de una parte de ellos. Los políticos tienen que vigilar urgentemente que la montaña de créditos –que representan ahora más de la mitad de los excedentes comerciales alemanes acumulados– no siga hinchándose. Aquí los planteamientos son numerosos. La medida más débil consistiría en utilizar no solamente la llave de repartición de los países de la zona euro en el reparto de los beneficios del banco central por la BCE, sino también incluir los saldos Target en el cálculo. Los países miembros que tengan créditos Target deben recibir más consideración que los países que tienen deudas. Sin embargo, la solución más coherente sería congelar los saldos actuales e introducir un nuevo sistema Target 3. Como en los Estados Unidos, los créditos deben ser compensados y garantizados con regularidad mediante garantías como el oro o títulos del gobierno.”


Wolfgang Steiger, ex banquero y secretario general del poderoso e influeynte Consejo económico (Wirtschaftsrat) del partido CDU

Con estas palabras, vemos cómo dirigentes políticos del partido en el poder en Alemania, cuyo trabajo no es teorizar, sino tomar decisiones, se ven cada vez más influidos por ideas heréticas. Congelar los saldos Target, y “colateralizar” los que nacerán después, es garantizar que en futuro surjan cursos variables entre los euros de diferentes países, lo cual tendría como consecuencia lo que Brousseau llama “salida furtiva” del euro (volveremos más adelante sobre esta cuestión). De hecho Brousseau afirma en uno de los artículos sobre el cual me he basado:


“Hay que admitirlo, la larga noche ha terminado, y se levanta el alba. El alba del mundo post-euro. Porque, le guste o no a Macron, que comete un error histórico colosal, el euro pertenece al antiguo mundo y su desaparición será la consagración del advenimiento de un nuevo mundo.”


¿Y cómo preparar el fin del euro? Target 3


Los alemanes no emplean el término de “salida furtiva” como hace Vincent Brousseau, sino que emplean más bien la expresión “Target 3”. El posible nuevo sistema “Target 3” consistiría, como hemos visto, en una “colateralización” de los Targets. El Bundesbank crearía una copia de “Target 2”, modificada de tal manera que permitiría recuperar el “colateral” y bloquear las transferencias entre países para las cuales un colateral sería necesario y no sería provisto. Lo utilizaría entonces en lugar de “Target 2”.


La idea de crear un sistema “Target 3” es reciente. La primera vez que surgió fue en abril de 2018, y emanaba de un tal Thomas Mayer. La información sólo fue recogida por un periódico, el Neue Zürcher Zeitung, el 22 de abril de 2018[11].


Después, esta idea fue retomada en otras dos ocasiones. Una en un artículo del prestigioso Frankfurter Allgemeine Zeitung, con fecha del 14 de julio de 2018, titulado “Una locura llamada Target 2”[12]. La otra, en la revista Focus, que el 2 de agosto de 2018 le daba la palabra a Hans-Olaf Henkel, antiguo presidente del BDI (que es un equivalente de la CEOE limitado al sector industrial)[13]. Henkel es ahora diputado europeo, después de haber sido elegido bajo la etiqueta de la AfD, partido que abandonó desde entonces.


La salida furtiva del euro


Para finalizar, de adoptarse el plan de Jens Weidmann, según Vincent Brousseau, la salida de Alemania del euro (si es que otro país no sale antes) no se produciría de manera pública, sonora y estruendosa, sino que adoptaría la forma de una “salida furtiva” del euro, porque los alemanes no quieren aparecer ante la opinión pública europea como los enterradores del euro (aunque hay elevadas probabilidades de que así lo sean). Así describe Brousseau la “salida furtiva” del euro:


“No veréis en la televisión a jefes de Estado y de gobierno anunciar con la cara sombría el fin del euro. No habrá oleadas de titulares indignados, horrorizados y espectaculares comentando y condenando un acontecimiento histórico que nos hacen retroceder 25 años (50 años, 100 años, hasta la edad de piedra). No habrá eructaciones indignadas de Bernard-Henri Levy y demás Cohn-Bendit. No habrá un discurso sobrio y solemne de Macron, digno en su dolor. No habrá una gran noche histórica.


No, el fin del euro tendrá una apariencia mucho más anodina. ¿Qué aspecto tendrá?


Un día, tal vez veáis en la página 23 de vuestro periódico de referencia y escrito con pequeños caracteres que algunas transferencias Target han sido rechazadas “por motivos técnicos”.


Vuestro banco os informará de algunos cargos extra si queréis transferir dinero hacia algún país del Norte; se os dará una explicación, pero será incomprensible. ¿Pero quién comprende normalmente sus explicaciones?


Oiréis decir que las cotizaciones euro España/euro Alemania han aparecido en los terminales Bloomberg o Reuters, EURESPGER = 0.9895/97, pero como por lo general no tenéis terminal Bloomberg o Reuters, esto no llamará vuestra atención.


En la jerga de los medios de comunicación europeístas o del gobierno, no encontraréis un cambio: siempre las mismas frases, siempre los mismos gritos, el euro, Europa son nuestro único futuro, y progresamos en su edificación.
Notaréis que han aparecido nuevas restricciones sobre el dinero líquido que podéis traer con vosotros cuando atravesáis una frontera, pero con toda seguridad será para luchar contra el blanqueo de dinero, la droga, el terrorismo, o quién sabe qué.


Los gobiernos “populistas” de Europa del Este ironizarán sobre el fracaso del euro, pero como son “populistas”, nuestros medios de comunicación os asegurarán de que no saben de qué hablan.


Y os acostumbraréis, cuando compréis algo en internet que proviene de otro país euro, a que se aplique un recargo, o incluso a veces una reducción, al precio que veréis anunciado en la página web. Esto se convertirá en un reflejo.
No obstante, paso a paso, será inevitable darse cuenta de que la unión monetaria ya no existe.


Pero se os explicará que todo el mundo lo había sabido, que todo el mundo lo había dicho, que todo el mundo lo había pensado siempre.


La toma de conciencia del fin del euro será un no-acontecimiento. Sólo algunos historiadores económicos intentarán rastrear la historia de la salida furtiva, pero el gran público habrá pasado a otra cosa.
Y cuando haga de nuevo su aparición billetes específicamente nacionales, liras, francos, marcos, esto será percibido como algo natural: no habrá terremoto.”


Libro publicado en el año 2011 destinado al gran público alemán, titulado:  «La trampa de los Targets: peligro para nuestro dinero y para nuestros hijos»


Mientras tanto, habrán sido millones los trabajadores echados a la calle por culpa del proyecto del euro. Y trozos enteros de las economías de países europeos, antaño más prósperos, habrán sido destruidos. Adelantémonos a los hechos y pidamos la salida de la UE y del euro para recuperar la soberanía monetaria de nuestro país y para que la izquierda tenga una perspectiva de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores.


Y ello recordando que la catástrofe a venir no es si salimos del euro, sino si nos quedamos en el euro, pues en caso (y es posible que pueda ocurrir) de salida de Italia –“Itexit”– de la zona euro, ello dejaría una agujero de 500.000 millones de euros en el balance del BCE, que –al no poder pagarlo Italia– tendríamos que pagar los países restantes en función de nuestra aportación al capital del BCE, suponiendo más políticas de recortes y austeridad. Esto también concierne a España mientras no salga del euro.

Fuentes principales:

Vincent Brousseau, La sortie furtive de l’euro, 25 de octubre de 2017

Vincent Brousseau, Regarde, c’est déjà l’aube! La fin des Targets – donc de l’euro à terme – est désormais exigée par le Comité économique de la CDU au pouvoir à Berlin!, 17 de agosto de 2018

[1] He de confesar que cometí un error al redactar este artículo, porque dije que el euro era una moneda común, y técnicamente el euro tampoco es una moneda común (aún menos una moneda única) sino una colección de 19 monedas nacionales que se intercambian entre países a paridad fija de 1=1.

[2] Vincent Brousseau, Pourquoi l’euro est condamné, 16 de febrero de 2016.

[3] Acrónimo de Trans-European Automated Real-time Gross settlement Express Transfer system.

[4] Para los que no hayan leído mi artículo anterior, recordar que al no ser una moneda única, cada país de la eurozona ha conservado sus bancos centrales. De ahí que el euro sea en realidad una colección de 19 monedas nacionales.

[5] Vincent Brousseau,Le crépuscule de l’euro – Targets: Le dégel de la pensée, 26 de diciembre de 2016.

[6] Holger Zschäpitz, Ökonomen warnen vor Billionenrisiko für Deutschland, 23 de octubre de 2017.

[7] François Asselineau, Coup de théâtre en Allemagne: dans le plus prestigieux journal allemand, 154 professeurs d’économie demandent le rejet du plan Macron et l’introduction d’une “procedure ordonnée de sortie de l’euro” dans les traités européens, 22 de mayo de 2018.

[8] Markus Zydra, Im Billionenbereich, Süddeutsche Zeitung, 9 de Agosto de 2018.

[9] Acción y efecto de pignorar, dejar algo en prenda.

[10] La expansión cuantitativa – o quantitative easing en inglés – es una herramienta no convencional de política monetaria utilizada por algunos bancos centrales para aumentar la oferta de dinero, aumentando el exceso de reservas del sistema bancario, por lo general mediante la compra de bonos del propio Gobierno central para estabilizar o aumentar sus precios y con ello reducir las tasas de interés a largo plazo (Wikipedia)

[11] Andreas Uhlig, Falsch gesetzte Anreize in del Euro-Zone, Neue Bürcher Zeitung, 22 de abril de 2018.

[12]Ein Wahnsinn namens Target 2, Frankfurter Allgemeine Zeitung, 14 de julio de 2018.

[13]Italien in Schuldenkrise: Der Euro-Raum braucht ein Target-3-System, Focus.de, 2 de agosto de 2018.

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Acerca de Alexandre García

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Nacido en Francia y de formación comunista, me reivindico de la época más gloriosa del PCF y de la tradición gaullista. Fui el creador de la página Manos Fuera de China, país donde dejé parte de mi corazón. Ahora me interesa contribuir a clarificar el debate sobre la Unión Europea.

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