martes, 19 de marzo de 2024

Cultura de la violación

Actualmente en España una mujer es violada cada ocho horas.

Cuando comentas este dato en un espacio público la respuesta suele ser siempre la misma: «joder, que de enfermos hay sueltos».

En primer lugar debemos entender que no se trata de «enfermos», como se suele decir: se trata de hijos sanos del patriarcado.

Estas conductas están sustentadas y fomentadas por toda una cultura, lo que las locas feministas llamamos: «cultura de la violación».

Como no hay mejor explicación que un buen ejemplo, vamos a hacer varias pruebas que demuestran lo normalizada que está la violación en la sociedad.

Ponemos en google: «porno sobre violaciones» y esto es lo que nos encontramos:

violaciones

Es alarmante la de películas porno que se sustentan en el morbo de una violación, cuando toda una industria que tiene tanto peso como es la pornográfica decide traspasar estos límites, consigue normalizar el acoso y abuso sexual y fomenta la cosificación sexual de la mujer.

Miles de jóvenes ven diariamente porno, miles de jóvenes se excitan viendo una película en la que se fuerza a una mujer, y esos miles de jóvenes se convierten entonces, en violadores en potencia. Porque no se nos puede olvidar que al igual que todas las mujeres pueden víctimas en potencia, todos los hombres son potenciales violadores.

No solo la cultura del porno fomenta la violación. Otro ejemplo del que ya hemos oído hablar es el del «cómico» Jorge Cremades. En varios de sus vídeos recrea situaciones en las que se «aprovecha» de la borracha de la discoteca, en uno de sus famosos videos aparece una chica diciendo que está sola y borracha y la reacción de un super-gracioso Cremades es pelearse con sus amigos por «quedársela». Sí amiguis, también se normaliza la violación en el ámbito humorístico, si es que lo que hace este señor se puede calificar como humor.

El problema es que esta clase de videos circulan por la red a una velocidad alarmante, son vistos diariamente por gente muy joven que cada vez tiene acceso a internet más temprano. La sociedad del consumo rápido, del «aquí y ahora» del esperar que todo nos lo den triturado, hace que no se interiorice este discurso favorable a la violación, hace que se consuman esta clase de contenidos sin remordimiento alguno.

La violación está tan absolutamente normalizada e interiorizada, que hay casos que nos llegan a parecer de lo más surrealista. Por ejemplo, los cinco hombres que violaron a una chica en San Fermines el año pasado, eran absolutamente conscientes de que habían cometido una violación, y a pesar de ello, comentaban «la jugada» por un grupo de whatsapp con total naturalidad y tranquilidad. Esto no es algo casual. Esto son años y años de educación machista y patriarcal, son años de consumo de películas porno sobre violaciones, son años de comentarios sexistas, chistes machistas; son años de : «niño no llores, que pareces una mujer»,  son años de: » a tu novia que no la mire nadie que pa eso es tuya», son millones de: «una mujer cuando dice no, lo que quiere decir es sí, solo hay que insistir», son: «es que mira cómo va vestida, va pidiendo rabo», numerosos: «si es una calientapoyas que no me diga nada cuando me la folle».

¿Cuántas veces hemos escuchado todas estas frases?

Eso es la cultura de la violación. La que normaliza todo este tipo de ejemplos, pero señala con el dedo a la mujer violada, la que piensa que esa mujer no debería haber ido sola por esa calle oscura, la que asegura que lo estaba calentando, la que se reafirma en que si esa chavala hubiese llevado la falda más larga…

Porque nosotras lo sufrimos, pero somos las culpables. Porque de eso de trata la doble moral de esta sociedad, la que te da la palmada en la espalda, pero luego piensa que lo podrías haber evitado, la que se siente horrorizada por ese «enfermo» pero hace oídos sordos ante el machismo.

Y luego nos encontramos con casos como el de ayer, en el que una socorrista fue obligada a ponerse pantalón para que no recibiera comentarios sexistas y acoso sexual. Que es un mensaje muy concreto, que te tapes, que estás provocando, porque fijo que con esos centímetros más de tela, el acoso, el sexismo, el machismo, y el patriarcado se esfuman.

Que no os enteráis chicas, ¡qué sois vosotras!

Que ellos los pobres solo se ven guiados por su instinto.

Que Pandora abrió la caja, Eva mordió la manzana, y vosotras abristeis las piernas.

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Expresión vallekana con clase y de clase

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